Existe un importante vínculo entre trabajo y desarrollo humano, ya que esta relación proporciona medios de subsistencia, aumenta capacidades, genera bienestar y oportunidades de autorrealización en las personas.
El estado del Bienestar Integral (BI) es una forma de medir el impacto del trabajo en las personas, y si sus resultados son positivos impactan el desempeño y el compromiso organizacional, al tiempo que una medición negativa alerta el absentismo, rotación y la intención de abandonar la organización.
El BI tiene en cuenta elementos como las emociones positivas, el involucramiento, el desarrollo de relaciones confiables, así como la capacidad de logro y sentido, todos ellos necesarios para que cada persona logre ser la mejor versión de sí misma, trabajando en ambientes positivos y con propósito.